Los Dioses de la divinidad encarnaron en el hombre para tener una experiencia humana, pero el hombre violò la ley de la libertad y encarnò en el dragòn.
El Dios del amor fue reemplazado por el dragòn de la lujuria, el Dios del deseo fue reemplazado por el dragòn de la pereza, la Diosa de la libertad fue reemplazada por el dragòn de la avaricia, el Dios del instinto fue remplazado por el dragòn de la soberbia, el Dios del sol fue remplazado por el dragòn de la ira, la Diosa de la luna fue remplazada por el dragòn de la gula.
Un hombre abriò las puertas del mal y un joven inocente derrotò al gran dragòn; entonces la humanidad conociò el bien y el mal.